jueves, 29 de marzo de 2012

Los riesgos del impuesto al empleo


En una nación de jóvenes el impuesto al empleo puede inhibir la  creación de  empleos  y fomentar la informalidad

México ocupa el lugar número 11 en población mundial con casi 113 millones de  habitantes, según los resultados del Censo 2010.

72 millones 345 mil mexicanos están en la etapa más productiva de su vida; es decir entre los 15 y los 64 años de edad. Además la mediana de la población es de 26 años. En cada  hogar mexicano por cada dependiente hay dos personas en posibilidad de trabajar. Esta fuerza y potencial es lo que se llama bono demográfico.

Pero la ventaja que esto significa no es permanente, se cerrará. La pirámide poblacional comenzará a invertirse y generará presiones sobre el sistema de  salud y diversas políticas públicas.

Tras  una  crisis es  necesario reactivar el empleo y aprovechar la fuerza laboral, ante esta situación ¿cuál es el riesgo de seguir impulsado un impuesto al empleo?






El ISN

El Impuesto Sobre Nóminas o ISN es un impuesto estatal creado hace 20 años para sustituir el Impuesto sobre el producto del trabajo y supuestamente así trasladar la carga fiscal de los trabajadores al empresario. El ISN grava el pago de dinero por concepto de remuneraciones al trabajo personal en relación de dependencia. Sueldos y salarios, dinero pagado por tiempo extraordinario, bonos, primas de antigüedad, comisiones, ayudas, son considerados remuneración para este impuesto. Desde el 2008 ya todas las entidades federativas lo incorporaron. El ISN es uno de los  principales ingresos tributarios para los estados al representar el 69 por ciento de estos  ingresos.

La visión de los empresarios

Tras el aumento al ISN a 2 por ciento registrado en algunos estados a inicios de 2011 los empresarios se inconformaron, como fue el caso de Coahuila donde empresarios, industriales y comerciantes locales amenazaron con interponer amparos por medida que afectará la competitividad de las empresas, la generación de empleos y nuevas inversiones.

El presidente de la Coparmexen La Laguna, Víctor Alducín, aseguró que el ISN impacta directamente al empresario en sus gastos, por lo que el empresario tendrá que decidir entre pagar el impuesto o despedir a empleados.

La opinión de los economistas

Para el economista y ex subgobernador del Banco de México, Everardo Elizondo Almaguer, el ISN es un “impuesto anacrónico que impacta negativamente en la creación de empleos” y resta competitividad.

Además para el economista Santiago Levy el ISN y el sistema dual de la seguridad social mexicana fomentan la informalidad y frenan la creación de  empleos.

Para Levy existe una carga tributaria que inhibe la  creación al empleo ya que en la formalidad trabajadores y empleadores pagan un impuesto sobre la nómina para cubrir las prestaciones de seguridad social; sin embargo  hay un segundo sistema de seguridad social, el  Seguro Popular, que protege a los trabajadores informales. A lo que se suma el ISN que  cobran los estados.


                                                                   Gráfica realizada por Canal 11

La pregunta es si, como sostiene Levy, la expansión de los programas de protección social para trabajadores informales alienta la informalidad y, con ella, la improductividad.

La postura de los  organismos internacionales

En contra parte, organismos internacionales  como la  Organización para la Cooperación y elDesarrollo Económicos (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina y elCaribe (CEPAL) en distintos momentos han defendido el impuesto al empleo como una herramienta útil para aumentar la recaudación de los  estados.

Sin embargo, la CEPAL hace una acotación: “la idea de desatar el financiamiento de la política social de las contribuciones a la nómina salarial cobra fuerza en aquellos casos en los que se generan bienes públicos o externalidades importantes”.

Entre las alternativas que se han debatido el presidente nacional de empresarios jóvenes de la  Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Francisco Ruíz López, planteó la posibilidad de que el Impuesto sobre la Nómina se utilice para  generar créditos para el financiamiento de microempresas.

Más allá de argumentos económicos y políticos, para un paradoja que en un país de jóvenes cómo México con necesidad de  generar  empleo este sea desalentado por impuestos. Urge resolver el tema porque en unos años el ejército de jóvenes se transformará en un mermado bloque de adultos mayores que podrán nuevos retos al sistema de seguridad social.

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